La pandemia que empujó a la sociedad a lo digital: ¿cómo será la próxima?

La sensación de una reanudación de la economía en 2020 quedó atrás con la llegada de una pandemia inesperada.

Está claro que tendremos una recesión global profunda y generalizada a corto plazo, sacudiendo significativamente el PIB, generando deuda pública y privada, además del crecimiento del desempleo, que será mayor cuando termine la crisis de Coronavirus. Claramente, muchos sectores se verán afectados.

¿Cuándo se recuperará la economía y cómo se recuperará?

Depende de la efectividad de las medidas adoptadas por los gobiernos para frenar la propagación de virus y de lo que harán los gobiernos y los bancos centrales para apoyar la crisis de liquidez de las empresas. Hoy hemos escuchado varios análisis que respaldan diferentes opiniones sobre la curva económica, pero la verdad es que la forma en que seguirá la recuperación económica depende de cómo serán las curvas de pandemia e insolvencia corporativa.

Por un lado, un debate político y económico acalorado y sin sentido en conflicto con la salud como si los dos temas no estuvieran altamente correlacionados e interdependientes.

Por otro lado, un virus que empujó a la sociedad a lo digital, un modelo que se ha experimentado en nuestros hábitos durante años, pero definitivamente el surgimiento de esta crisis ha hecho que la transformación digital y la adaptación al proceso sean aún más urgentes. Covid-19 indudablemente aceleró una cultura que estaba en marcha en muchas empresas y el impacto de esta pandemia ha demostrado claramente a las organizaciones cómo la transformación digital es vital para la supervivencia de cualquier empresa y servicio.

¿Y cómo se aprenderá esta prueba por la fuerza? Coronavirus fue un acelerador de la digitalización y forzó una dinámica de trabajo 100% remoto, haciendo que las empresas experimentaran desde funciones internas hasta reuniones, viajes y relaciones comerciales a distancia.

Lo que anteriormente era solo un complemento del trabajo cara a cara, se convertirá en un patrón de trabajo. Pero la aceleración más interesante será el cambio de mentalidad, tanto para los consumidores como para las empresas, que adoptará cada vez más el "primer enfoque digital".

Lo que debe quedar claro en este escenario es que la experiencia digital ya no será solo complementaria a los canales tradicionales, sino que se convertirá en la principal forma de interacción y negocios.

Esto significa la necesidad aún mayor de ofrecer una experiencia excelente y personalizada, lo que implica inversiones en inteligencia artificial, aprendizaje automático, datos y análisis, integración, agilidad, asistentes virtuales, omnicanal y, claramente, una aceleración aún mayor para el uso de La nube como la tecnología fundadora de la transformación digital, que permite que el ecosistema opere digitalmente.

En medio del camino, la ciberseguridad, que prevalecerá y será crucial en un mundo en el que las intervenciones serán cada vez más virtuales. Al final, la aceleración de las soluciones de Realidad Aumentada, Realidad Mixta y Realidad Virtual serán precursoras de un mundo cada vez más remoto, distribuido y digitalizado.

Al final de esta ecuación, tendremos un mundo en el que las empresas se centrarán no solo en crear valor para el cliente, garantizando una buena experiencia, sino también una convivencia virtual, con el sentimiento de compromiso y pertenencia que une al cliente, al empleado y El socio, todo en un entorno de intercambio y singularidad.

Después de la pandemia, emerge un mundo digital, acelerado a un escenario que ocurriría naturalmente en aproximadamente diez años. Quien se prepare para esto seguirá el curso natural de los negocios.